10 DE NOVIEMBRE NATALICIO DE LA DOCTORA EVANGELINA RODRIGUEZ (1888), DOMINICANA PIONERA EN LA MEDICINA, REVOLUCIONARIA Y EMPRENDEDORA
La historia es recogida por los intelectuales y los legados son transmitidos de generación en generación por la gente sencilla de los pueblos. Gracias a estos últimos y con justicia es un deber mas que ciudadano promover el legado de una de las mujeres dominicanas mas revolucionarias del siglo XX, ANDREA EVANGELINA RODRIGUEZ PEROZO, primera mujer en graduarse de medicina en la República Dominicana. Le invito a leer la impresionante historia de la dominicana que vivió medio siglo adelantado en su época en su natal República Dominicana.
La doctora Evangelina Rodríguez, primera mujer dominicana graduada en medicina. Andrea Evangelina Rodríguez Perozo nació el diez de noviembre de 1879 en San Rafael del Yuna, Higuey, República Dominicana.
MEDICO, POETA y NARRADORA. Hija de Ramón Rodríguez y Felina Perozo. Nació en Higüey, pero desde los seis años de edad su abuela Tomasina Suero, motivada por la prosperidad económica de San Pedro de Macorís en las primeras décadas del siglo XX, la llevo a vivir a esa ciudad. Allí hizo sus estudios primarios y secundarios en el Instituto de Señoritas bajo la tutela de la destacada educadora Anacaona Moscoso. Luego, en Santo Domingo, recibió en 1902 el título de Maestra Normal, iniciándose como profesora en la capital dominicana, donde llegó a dirigir la Escuela Normal de Señoritas en el 1907.
En 1903 ingresó a la Facultad de Medicina de la Universidad de Santo Domingo. Al graduarse de doctora en Medicina en 1911, se convirtió en la primera mujer dominicana en obtener un título de médico en República Dominicana. Ejerció la medicina en San Pedro de Macorís hasta 1920 cuando decidió cursar estudios de especialización. Con el poco dinero que pudo reunir con la práctica de la medicina y con la ayuda económica de su protectora Anacaona Moscoso, se trasladó a París, allí se especializó en obstetricia y ginecología (1921-1925) en el hospital Broca y en la Maternidad Baudelocque, respectivamente, donde trabajó con el eminente médico francés Jean Louís.
Abrió su consultorio en una barriada, donde puso sus conocimientos al servicio de las clases más necesitadas. A semanas de haber regresado a su amada República Dominicana instituyó lo que ella llamó “La gota de Leche”, por medio de lo cual suministraba a las madres una cantidad de leche para sus bebés. Organizó un servicio de obstetricia para exámenes pre y post-natales, y dio cursos de nivelación a las comadronas. Organizó clubes de madres "Gota de Leche" que incluida educar a las madres para el mejor cuidado de sus hijos.
Educó sobre planificación familiar y sugirió métodos de planificación familiar, ideas muy avanzadas para aquellos tiempos, que ella trajo de Francia y puso al servicio del pueblo. Recomendó la educación sexual en las escuelas y organizó el servicio de prevención de enfermedades venéreas.
Abrió su consultorio en una barriada, donde puso sus conocimientos al servicio de las clases más necesitadas. A semanas de haber regresado a su amada República Dominicana instituyó lo que ella llamó “La gota de Leche”, por medio de lo cual suministraba a las madres una cantidad de leche para sus bebés. Organizó un servicio de obstetricia para exámenes pre y post-natales, y dio cursos de nivelación a las comadronas. Organizó clubes de madres "Gota de Leche" que incluida educar a las madres para el mejor cuidado de sus hijos.
Educó sobre planificación familiar y sugirió métodos de planificación familiar, ideas muy avanzadas para aquellos tiempos, que ella trajo de Francia y puso al servicio del pueblo. Recomendó la educación sexual en las escuelas y organizó el servicio de prevención de enfermedades venéreas.
Su espíritu progresista, revolucionario y soñador fue un desafío para los profesionales de la medicina y para los intelectuales de su época, quienes la consideraban como una “loca”.
El advenimiento del régimen de Trujillo en 1930, cuya política contrastaba con sus proyectos científicos, humanitarios y, sobre todo, con la libertad del ser humano, la motivó a desplazarse por las calles San Pedro de Macorís a protestar contra las atrocidades ordenadas por el dictador dominicano. Su oposición al régimen trujillista, al cual criticó abiertamente por sus fallas en procurar, entre otras, la mejor salud de los dominicanos le cerraron puertas. Según su mejor biógrafo, el siquiatra Antonio Zaglul, esa conducta le permitió a sus compueblanos “confirmar su locura”. A partir de entonces, como explica Tomás Báez Díaz en Trilogía: la mujer aborigen, la mujer en la colonia, la mujer dominicana, “incomprendida por el medio que la circundaba, abandonó el pueblo e inició una interminable peregrinación por colonias agrícolas y bateyes ofreciendo atenciones médicas a los necesitados y alfabetizando a la masa campesina”.
La dictadura de Trujillo la marginó a A LA DOCTORA EVANGELINA RODRIGUEZ de la sociedad dominicana. La borró del mapa. Fue excluida de los congresos médicos, eliminada del Directorio y de la Síntesis Bibliográfica que incluía los nombres de todos sus colegas. La revista Fémina, donde ella publicaba sus colaboraciones literarias, le cerró sus puertas. El doctor Moscoso Puello, que fue su compañero y conocía su capacidad y sus virtudes, escribió un libro y apenas la menciona. ¿Razones? La obra fue hecha en la Era de “El Jefe”. Y, pese a haber sido la primera médica graduada, con especialidad en pediatría y ginecología, llega a la República procedente de París y a quien se designa como primera maestra en obstetricia es a Consuelo Bernardino, sencillamente por la influencia que ejercían en el régimen sus hermanos, Minerva y Félix Bernardino. (Minerva Bernardino fue la embajadora dominicana ante la ONU cuando fue creada a finales de la decada del '40).
El doctor Santiago Castro Ventura hace el recuento y refiere que Evangelina Rodríguez Perozo fue acosada, perseguida, golpeada, encarcelada, por sus críticas a la tiranía. Cayó en desgracia y sus pacientes abandonaron la consulta. Esta situación, agrega, devino en una grave enfermedad mental que la llevó a deambular por las calles del Este vociferando consignas contra el terror. “Se decidió acentuar la represión sobre ella: fue confinada en la colonia Pedro Sánchez, en El Seibo. En la fortaleza México, de San Pedro de Macorís, después de interrogarla para saber si instigaba la huelga, y golpearla durante varios días, los guardias la dejaron abandonada en un desierto camino vecinal cerca de Hato Mayor...”.
Murió de esquizofrenia. El olvido, la ingratitud y la indiferencia la han acompañado más allá de la muerte hasta estos tiempos que se le devuelve el debido reconocimiento y se divulgan sus aportes.
Castro Ventura destaca el carácter hostosiano, superior, de la educación de Evangelina Rodríguez y la precoz aptitud de la adolescente desde que empezó sus estudios elementales. “Cuando se gradúa de Maestra Normal, son tres las de su promoción y es a Evangelina a quien escogen para dar las gracias. Eso significa que ya sobresalía por sus facultades, por su capacidad. Incluso, su maestra de graduación, Luisa Ozema Pellerano, significa que ya desde su pueblo natal Evangelina traía una preponderancia por encima de las demás, pese a su condición humilde”.
Castro Ventura destaca el carácter hostosiano, superior, de la educación de Evangelina Rodríguez y la precoz aptitud de la adolescente desde que empezó sus estudios elementales. “Cuando se gradúa de Maestra Normal, son tres las de su promoción y es a Evangelina a quien escogen para dar las gracias. Eso significa que ya sobresalía por sus facultades, por su capacidad. Incluso, su maestra de graduación, Luisa Ozema Pellerano, significa que ya desde su pueblo natal Evangelina traía una preponderancia por encima de las demás, pese a su condición humilde”.
Dra. Evangelina Rodriguez Perozo
Primer mujer médico dominicana y pionera en promover medicina al servicio social
Por lo demás, a la meritoria y ejemplar dama sólo se le recuerda como la primera mujer médico dominicana sin resaltarse los valiosos aportes que ofreció al país, los programas que introdujo, aun vigentes, y la inestimable labor social, cultural y patriótica que desempeñó.
Esta ingrata actitud llevó al doctor Santiago Castro Ventura a publicar un libro sobre la abnegada profesional que, según él, resalta estos méritos ignorados y que viene a sumarse a los reconocimientos que otros dos eminentes médicos, los doctores Antonio Zaglul y Emil Kasse Acta ofrendaron a la que fue maestra y médico de sus infancias, autores, también, de dos volúmenes agotados en torno a la vida y la labor humanitaria de su comprovinciana. “Trato de reconocer valores que en el campo médico nunca se le habían reconocido, porque solamente se habla de que fue la primera, pero es también pionera que inicia programas básicos completos para el desarrollo de la medicina y los pone al día, como los de atención al niño sano y de cuidado prenatal a la madre. Cuando retorna al país, insiste en dar seguimiento a los infantes para ver como evolucionan la talla, el perímetro cefálico, el peso, lo que llaman puericultura, y es ella quien instala el Banco de Leche, para el sustento de menores”, manifiesta Castro Ventura.
Castro Ventura considera que “la sociedad dominicana de entonces no comprendió el carácter emprendedor y la capacidad de trabajo de Evangelina” a quien atribuye “un alto nivel de inteligencia y dinamismo”.
Alvaro Arvelo hijo comento "La doctora Evangelina Rodríguez metió dentro del paquete social de la defensa de la mujer, los derechos de la mujer negra, más discriminada que la criolla blanca. Ayer y hoy. Y como ella era negra, el racismo nacional no le perdonó que fuera la primera médico, la primera sorboniana y parte de la cruzada inicial en beneficio de las mujeres del país. El terrible racismo dominicano la acosó, la persiguió, la calumnió, la detractó, la humilló y finalmente la llevó al abandono de su profesión, a la tortura, a la cárcel, a la miseria y a la locura.".
Hoy día una calle y un hospital en la Republica Dominicana llevan su nombre...El reconocimiento es muy simple para una mujer vanguardista que desafío todos los escollos posibles de la sociedad que le toco vivir para alcanzar sus sueños.. desde los altos estudios hasta ayudar a los mas humildes. Ojala se multipliquen muchas EVANGELINA RODRIGUEZ en la República Dominicana.y en el mundo!
Hoy día una calle y un hospital en la Republica Dominicana llevan su nombre...El reconocimiento es muy simple para una mujer vanguardista que desafío todos los escollos posibles de la sociedad que le toco vivir para alcanzar sus sueños.. desde los altos estudios hasta ayudar a los mas humildes. Ojala se multipliquen muchas EVANGELINA RODRIGUEZ en la República Dominicana.y en el mundo!
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