VALORES DEL MES
sensibilidad:
Utilidad de la sensibilidad a nivel escolar
En el ámbito escolar la sensibilidad debe estar presente, y enseñarla como el valor mas importante, para con nuestros congéneres, ella posee e poder de colocarnos en los zapatos de los demás, en aras de ayudar a nuestro prójimo, además que permite cambiar paradigmas o estados mentales no construtivos de nuestra personalidad, por tal motivo el valor de la sensibilidad esta intrínsecamente ligado a la educación que reciben los niños en la escuela y en el hogar.
Así mismo el niño debe ser sensible a las cosas de su entorno, pues este es el primer paso para poder sentir hacia aspectos más complejos de la actividad humana. Si al niño se le enseña desde muy pequeñito a querer a una mascota, como puede ser un perro o un gatito, se están sentando las bases para el desarrollo de una actitud de cuidado y protección de los animales; si se le enseña a cultivar una rosa, se le está inculcando el amor a la naturaleza; si se le asoma a la ayuda a un ser desvalido, se sientan las bases de la compasión y la cooperación humanas. Asimismo el amor a la música, a una creación plástica, a un cuento literario, entre otras muchas manifestaciones de la conducta humana, tienen en su base la posibilidad de sentir, de emocionarse ante el hecho visto, es una prueba de la sensibilidad del niño hacia las cosas del mundo que le rodea.
De igual forma la sensibilidad, como valor o cualidad humana, no puede trabajarse de forma pedagógica directamente, sino mediante actividades que en su base promuevan el afloramiento de sentimientos y no solo de conocimientos, actividades que han de ser muy diversas pero en las que siempre prime lo afectivo.
Por lo tanto Es muy importante el ámbito escolar porque los niños están desde pequeños aprendiendo que determinadas conductas pasen a ser hábitos. Si se trabaja con ese tipo de conductas empáticas, al final el niño las introduce en su repertorio normal de conductas, no como algo extraordinario. Si se hace más tarde costara mucho mas incorporarlas, porque ya hay hábitos establecidos y deben ser sustituidos.
Tolerancia
Respeto o consideración hacia las opiniones o prácticas de los demás, aunque sean diferentes de las nuestras.
—Diccionario de la Lengua Española, Vigésimo segunda edición.
La tolerancia es mi valor
Una persona tolerante es capaz de aceptar sin molestias o nerviosismo las actitudes y características de los demás aunque sean diferentes de las suyas, siempre y cuando no le causen un perjuicio o afecten su bienestar. Respeta, acepta y aprecia la diversidad de las personalidades, de las culturas del mundo y de las variantes físicas que existen entre los seres humanos. Para llegar a ser tolerante se vale de los conocimientos que ya tiene o adquiere conocimientos especiales para entender la diversidad, se comunica bien y frecuentemente con quienes la rodean, tiene una actitud de apertura con respecto a las otras expresiones y, aunque reconoce las diferencias de los otros, siempre busca la armonía. La tolerancia es el requisito indispensable para vivir en familia y en comunidad, el elemento más importante para poner fin a la violencia.
Olimpiadas de valor
En el mundo crecía poco a poco la conciencia de que las personas con alguna desventaja física bien podían desarrollar al máximo sus otras capacidades. Los I Juegos Paralímpicos se llevaron a cabo en Roma, 1960 con la participación de 400 deportistas procedentes de 23 países. A partir de entonces se celebraron en los mismos años de los juegos regulares y así ocurre hasta la fecha. En Toronto, 1976, las disciplinas se ampliaron más allá de las sillas de ruedas. Ello permitió que tomaran parte 1,600 atletas de 40 naciones. Seúl, 1988 marcó un cambio importante: a partir de esa edición los Juegos Paralímpicos se realizaron inmediatamente después de los Olímpicos y en la misma ciudad anfitriona. Existe, asimismo, una edición de invierno: los Juegos Paralímpicos de Invierno. En Beijing, 2008, hubo casi 4,000 atletas de 146 naciones que, con su esfuerzo, nos han enseñado a celebrar la diversidad y el esfuerzo que los caracteriza. Estos juegos tienen su lema, “Espíritu en movimiento”, su himno, El himno del porvenir, y su símbolo, que es una representación del cambio y la transformación. El Comité Olímpico Internacional lo establece claramente: “La práctica del deporte es un derecho humano. Cada individuo debe tener la oportunidad de practicar el deporte sin ningún tipo de discriminación… La discriminación de un país o una persona por razones de raza, religión, política o género se opone al espíritu olímpico.”
Espíritu deportivo: Trischa Zorn (1964-)
La nadadora estadounidense Trischa Zorn no es sólo la máxima figura de los Juegos Olímpicos, sino una de las grandes figuras deportivas de la historia. Ciega de nacimiento, empezó a nadar a los siete años en el centro de entrenamiento de Mission Viejo, California. A los trece años participó en 1979 y luego recibió una beca de la Universidad de Nebraska para seguir con su formación. Participó en todos los Juegos Paralímpicos celebrados desde 1980 hasta 2004 y obtuvo 55 medallas, 41 de ellas de oro. “Mi motivación se encuentra en el hecho de que realmente amo lo que hago y en mi interés por saber hasta dónde puedo llegar”, ha dicho.
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