La ciudad está situada sobre el mar Caribe, específicamente en la desembocadura del río Ozama, en la costa sur de la isla. Fue, conforme lo consigna la historia dominicana, fundada por Bartolomé Colón en 1498, en la margen oriental del río Ozama, pero debió ser trasladada por Nicolás de Ovando en el año 1502 a la margen occidental del mismo río.
Es reconocida por ser el lugar del primer asentamiento europeo en América, y por ser la primera sede del Gobierno colonial español en el llamado Nuevo Mundo. Al sur, el mar Caribe baña sus costas, al este hace frontera con el municipio Santo Domingo Este, al oeste con Santo Domingo Oeste y al norte con Santo Domingo Norte. Todas juntas conforman el Gran Santo Domingo.
Por ser la llamada ‘Cuna del Descubrimiento de América’, fue el lugar donde la Corona Española desarrolló las primeras obras de infraestructuras, que siglos más tarde fueron declaradas por la UNESCO Patrimonios de la Humanidad. En esta tierra fue donde se erigió la primera catedral y el primer castillo de América; ambos ubicados en la Ciudad Colonial.
A pesar de que es la Ciudad Colonial el punto de referencia sobre las grandes construcciones de la época, no fue el único lugar en el cual la mano de obra esclava dio forma y espacio a la creación de los arquitectos coloniales que, en muchos casos, trataron de replicar las monumentales edificaciones europeas, esta vez en las recién descubiertas tierras…
A pesar de que el primer asentamiento se remonta al año 1493, período en que se registra la llegada de los primeros europeos a la isla, la ciudad fue fundada oficialmente el día cinco de agosto de 1498, por Bartolomé Colón, quien la bautizó con el nombre de La Nueva Isabela, nombre dado en honor a la reina de Castilla Isabel I. Más tarde pasó a llamarse “Santo Domingo”, en honor a Santo Domingo, quien fue el patrono de Doménico Colombo, padre de Cristóbal Colón. En algunas crónicas, para referirse a la ciudad se utiliza el término de la “puerta de entrada al Caribe”.
La ubicación geográfica de la isla siempre ha sido de alto riesgo cuando se habla de huracanes; por eso, el año 1502 es consignado en las crónicas de Indias y ha sido tema de los historiadores en sus libros e investigaciones, por el fuerte huracán que destruyó a Santo Domingo. Es, a raíz de este desastre, cuando comienza a escribir su nombre y su historia, quien para entonces era su nuevo gobernador: Nicolás de Ovando.
Tan pronto fueron constatados los efectos del fenómeno, Ovando hizo reconstruir la ciudad en otro sitio cercano. A pesar del paso de más de 500 años, la zona conserva el diseño original de la ciudad y una gran parte de su muralla defensiva aún puede apreciarse en el lugar, que fue declarado por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad en 1990.
Nicolás de Ovando, el gran constructor
Nicolás de Ovando y Cáceres (Brozas, actual Cáceres, 1460 – Sevilla, actual Andalucía, 29 de mayo de 1511), fue gobernador y administrador colonial de La Española desde 1502 hasta 1509, sucediendo en el cargo a Francisco de Bobadilla. Sobresale en las páginas de la historia por ser el gran propulsor de la construcción, sobre todo en Santo Domingo, donde repartió terrenos entre los españoles y construyó las primeras casas de la época, entre ellas, la suya propia y el primer hospital (San Nicolás de Bari), conventos, iglesias, atarazanas y otros edificios de carácter público, donde desarrollar tod
a la actividad social, política y económica.
Las grandes construcciones coloniales
Los edificios coloniales más importantes de la ciudad incluyen la Catedral de Santa María La Menor, llamada Catedral Primada de América; el Alcázar de Colón, el primer castillo de América y residencia del Virrey de las Indias, Don Diego Colón, hijo de Cristóbal Colón; el Monasterio de San Francisco, las ruinas del primer monasterio en América; el Museo de las Casas Reales, el antiguo Palacio del Gobernador General, el Palacio de la Real Audiencia; el Parque Colón, una plaza histórica; la Fortaleza Ozama, la más antigua fortaleza en América; el Panteón de la Patria, un antiguo edificio jesuita que acoge los restos de varios insignes representantes de la Orden de los Dominicos; y la Iglesia del Convento Dominico, el primer convento en América.
Su construcción fue ordenada por el Papa Julio II en 1504, para entonces fue levantada una primera sede, la cual consistía en una especie de choza cubierta de yaguas.
Entre los años 1512 y 1514 fue edificado un nuevo templo, esta vez de tablas con techo de madera, yaguas y ramas.
Fue en 1521 cuando se dio inicio a la construcción de la catedral con las caracteristicas con que hoy la conocemos.
Comentarios
Publicar un comentario