Un dia como hoy 16 de Julio del 1838 - Juan Pablo Duarte y Diez funda la sociedad secreta la trinitaria. (Gestora de la Independencia Nacional)
Representación de los trinitarios. En el centro, Juan Pablo Duarte da las directrices para la lucha contra la invasión haitiana. |
La Trinitaria fue una sociedad secreta, creada el 16 de julio de 1838 por Juan Pablo Duarte y otros Dominicanos con el objetivo de
realizar acciones tendentes a independizar la parte Este de La Española de la ocupación
haitiana y formar el Estado independiente que llamarían República Dominicana. El
nombre La Trinitaria le fue puesto en honor a la Santísima Trinidad, Dios,
Hijo y Espíritu Santo. El nombre la Trinitaria hace alusión al método de
reclutamiento, en el cual cada miembro tenía como misión reclutar a otros dos
miembros adicionales, y estos a su vez no eran dados a conocer la identidad de
los demás.1 Esta técnica utilizada fue importada por Duarte tras
su estancia en Europa. Juan Pablo Duarte y los otros miembros fundaron la
Trinitaria con el Juramento Trinitario, el cual también fue puesto en honor a
la Santísima Trinidad.
Fundación de La Trinitaria
La fundación de la Trinitaria se llevó a cabo el lunes 16 de julio de 1838,
a las 11 de la mañana, en la ciudad de Santo Domingo, calle del
Arquillo —que luego se llamó Santo Tomás y actualmente calle Arzobispo Nouel—,
número 155. Era ésta la modesta casa de Doña Josefa Pérez de La Paz (Chepita) y
su hijo el trinitario Juan Isidro Pérez. Estaba
ubicada frente a la iglesia del Carmen, y se eligió ese día y hora porque
habría una concurrida procesión, y Juan Pablo Duarte consideró que eso sería más conveniente
para guardar el secreto que hacer la reunión en un lugar apartado o en horas de
la madrugada.
En esa casa se reunió con ocho de sus amigos y dejaron establecida la
Sociedad Secreta La Trinitaria. En esa memorable reunión, Duarte dijo a los
presentes:
Estamos convencidos de que entre dominicanos y haitianos no hay fusión
posible. Somos y seremos dos pueblos diferentes. Nuestro destino es ser
independientes, absolutamente independientes. [...] Nuestra sociedad se llamará
La Trinitaria porque se compondrá de grupos de tres y la pondremos bajo el
amparo de la Santísima Trinidad. Nuestro lema: Dios, Patria y Libertad. [...]
Amigos míos, estamos aquí para ratificar el propósito que habíamos concebido de
conspirar y hacer que el pueblo se subleve contra el poder haitiano, a fin de
constituirnos en Estado libre e independiente con el nombre de República
Dominicana. La cruz blanca que llevará nuestra bandera dirá al mundo que el
pueblo dominicano, al ingresar en la vida de la libertad, proclama la unión de
todas las razas por los vínculos de la civilización y el cristianismo... La
situación en que nos colocaremos será muy grave, y tanto más, cuanto entrando
ya en este camino, retroceder será imposible. Ahora bien, en este momento hay
tiempo todavía de rehuir el compromiso. Por tanto, si alguno quisiera
separarse...
En ese momento los presentes lo interrumpieron y le ratificaron su decisión
de luchar por la proclamación de la República Dominicana. Fue
entonces cuando Duarte extrajo de su bolsillo un pliego que todos debían firmar
con su sangre; pero antes de ese solemne acto, los presentes tomaron el
siguiente juramento, escrito por Duarte mismo:
En el nombre de la Santísima, Augustísima e Indivisible Trinidad de Dios
Omnipotente, juro y prometo, por mi honor y mi conciencia, en manos de nuestro
presidente Juan Pablo Duarte, cooperar con mi persona, vida y bienes a la
separación definitiva del gobierno haitiano y a implantar una república libre,
soberana e independiente de toda dominación extranjera, que se denominará
República Dominicana; la cual tendrá un pabellón tricolor en cuartos encarnados
y azules atravesado por una cruz blanca. Mientras tanto seremos reconocidos los
Trinitarios con las palabras sacramentales Dios, Patria y Libertad. Así lo
prometo ante Dios y el mundo. Si tal hago, Dios me proteja, y de no, me lo tome
en cuenta; y mis consocios me castiguen el perjurio y la traición si los vendo.
Luego de haberse dicho el juramento, los trinitarios firmaron el pliego
anteponiendo una cruz al nombre de cada cual. Duarte entonces dijo:
No es la cruz el signo del padecimiento; es el símbolo
de la redención. Queda bajo su éjida constituida la Trinitaria, y cada uno de
sus nueve socios obligado a reconstituirla, mientras exista uno, hasta cumplir
el voto que hacemos de redimir la patria del poder de los haitianos.
Los Trinitarios
El grupo de jóvenes que había reclutado Juan Pablo Duarte, reunía todo lo necesario para cubrir gastos
para desplazarse a ciudades del interior a realizar labores de organización y
de reclutamiento de personas para contribuir a aumentar cada vez más los
adeptos al movimiento. Los nueve miembros fundadores estaban divididos en tres
grupos, de ahí su nombre Trinitaria. Estos eran:
Posteriormente, mediante un comunicado, se unieron al grupo Francisco del Rosario Sánchez y Matías Ramón Mella.
Su propósito no era solo erradicar el gobierno haitiano, sino convertir la
República Dominicana en un Estado libre e independiente de cualquier país
extranjero.
Cuando hicieron el Juramento Trinitario, quedó claro que ellos formarían un
nuevo Estado, que se llamaría República Dominicana, el cual tendría su pabellón
tricolor, en cuartos, encarnados y azules, atravesados con una cruz blanca que
simboliza la pureza.
La Filantrópica
Los miembros de la sociedad "La Trinitaria" fundaron
posteriormente La Filantrópica, la cual servía a los mismos objetivos, pero no
era secreta, con el fin de adoctrinar y propagar las ideas nacionalistas. Estas
reuniones públicas se realizaban en el hogar de Pedro Alejandrino Pina García
ubicada en la calle que actualmente se llama Pedro A. Pina. El lema que
utilizaron fue: “Paz, Unión y Amistad”.
La Filantrópica surgió luego de que se
hubiese disuelto la sociedad secreta “La Trinitaria”, desintegración atribuida
a la actitud de Felipe Alfau, uno de los primeros integrantes de esta, con lo
que se buscaba salvar sus vidas.
Las sesiones de La Filantrópica eran públicas, y se pronunciaban
“discursos”, que “algunos del pueblo se aplicaban a oír y algunas veces
aplaudían con entusiasmo”, de los cuales, lamentablemente, no queda copia
alguna.
La organización transformó el viejo edificio de "La Antigua Cárcel Pública"
(hoy Museo de la Catedral) en un teatro capaz de recibir cómodamente a cientos
de espectadores. Fue construido por un servidor patriota llamado Manuel
Guerrero para poner en escena tragedia y comedias llamadas a despertar el
espíritu patriótico.
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