Determinación definitiva adoptada en un asunto.
Este valor comprende aquella capacidad de elegir entre varias opciones y tener la capacidad y la firmeza para escoger la más correcta pensando en el bien común.
Es aquí que se realiza lo que se conoce como la “toma de decisiones”, que es el proceso mediante el cual se realiza una elección entre las alternativas o formas para resolver diferentes situaciones de la vida.
Estas se pueden presentar en diferentes contextos: a nivel laboral, familiar, sentimental, es decir, en todo momento se toman decisiones, la diferencia entre cada una de estas es el proceso o la forma en la cual se llega a ellas.
La toma de decisiones consiste, básicamente, en elegir una alternativa entre las disponibles con el fin de resolver un problema actual o potencial.
Para tomar una decisión no importa su naturaleza es necesario conocer, comprender, analizar un problema, para así poder darle solución.
En algunos casos por ser tan simples y cotidianos este proceso se realiza de forma implícita y se soluciona muy rápidamente, pero existen otros casos en los cuales las consecuencias de una mala o buena elección puede tener repercusiones en la vida y si es en un contexto laboral en el éxito o fracaso de la empresa, para los cuales es necesario realizar un proceso más estructurado que puede dar más seguridad e información para resolver el problema.
Se dice que una persona es decidida, cuando al planteársele un problema analiza sus alternativas y elige una decisión coherente y estable hasta el final, sin caer por ello en la terquedad ni en la autosuficiencia ilógica.
PERSEVERANCIA
Empleo enérgico de las fuerzas físicas, intelectuales o morales para conseguir algo. Una persona perseverante tiene claro un objetivo positivo, relacionado con la creación de algo nuevo o la aportación de distintos valores al mundo. Tras identificarlo diseña un plan para alcanzarlo e inicia un camino de esfuerzo hasta que lo consigue. Aunque en ese camino encuentre obstáculos externos (como la oposición de algunas personas, la dificultad de las circunstancias), y obstáculos internos (como el desgano, la desilusión, la impaciencia o el coraje por las derrotas pasajeras) mantiene su esfuerzo al mismo nivel o incluso lo incrementa. Cuando llega a la meta final la toma como punto de partida para buscar, con el mismo método, nuevos objetivos y así mientras dura la vida.
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